Proteger los puestos de trabajo, es una de las medidas más inteligentes que podemos tomar si queremos proteger la integridad de la empresa. La razón es sencilla y es que, a través de estos puestos de trabajo, se puede acceder a una gran cantidad de información de la empresa y por tanto, derivado de un uso inapropiado del mismo, la seguridad de la empresa puede verse comprometida.
¿Qué riesgos existen en un puesto de trabajo?
Una de las principales amenazas que existen en los puestos de trabajo, son las malas prácticas. Estas malas prácticas suelen ser fruto de una indebida instrucción, haciendo que los empleados puedan llegar a comprometer la seguridad de la empresa con su imprudencia. Un buen ejemplo de esto sería que un empleado instalara en su ordenador un programa para compartir archivos y que, por error, este termine compartiendo un documento con información confidencial.
Por otro lado, copiar información confidencial en un disco duro externo, para luego continuar el trabajo en casa, tampoco es una buena idea debido a que está vulnerando el perímetro de seguridad que pudiera tener dicha información, arriesgando a una posible pérdida o a un mal uso de la misma. En ambos casos, el empleado debe de tener muy claro sus limitaciones y, sobre todo, como debe de proceder en el caso de poder estar manejando este tipo de información.
Otros aspectos que se pueden dar, más allá de la propia imprudencia del trabajador, es un mal mantenimiento del estado del equipo, pudiendo propiciar a que el ordenador tuviera una falla de seguridad y que, por lo tanto, se pudiera acceder a la información del mismo a través de este.
Para evitar todos estos males mayores, lo más recomendable en estos aspectos es unificar las medidas de seguridad de la empresa y, sobre todo, llevar a cabo cursos de concienciación acerca de la ciberseguridad a los empleados, además de una correcta gestión del puesto de trabajo. De esta forma, tendrán mucho más conocimiento de los problemas que acechan en el exterior y tendrán un mayor manejo de la situación. Una cultura de seguridad empresarial, minimiza todos estos problemas y permite disfrutar de una empresa mucho más segura.